
La viruela fue uno de los más grandes flagelos de la humanidad. Se estima que 300 millones de personas murieron a causa de esta enfermedad infecciosa grave en el siglo XX.
Los científicos han descubierto cepas extintas de viruela en los dientes de los esqueletos vikingos, lo que demuestra, por primera vez, que la enfermedad mortal afectó a la humanidad durante al menos 1.400 años, según un estudio publicado por la revista ‘Science’.
La virulenta enfermedad mataba a un tercio de los que infectaba, y ha coexistido con los seres humanos por milenios.
Quienes se salvaban quedaban con profundas marcas en la tez, mientras que otros quedaban ciegos.
A medida que la población mundial crecía y los viajes aumentaban, el virus aprovechaba cada oportunidad para colonizar el mundo.
A finales de octubre de 1977, la Organización Mundial de la Salud (OMS) localizó el último caso de viruela contraída por contagio directo.
Se trataba de Ali Maow Maalin, cocinero de hospital de Somalia, quien se recuperó totalmente en pocas semanas pues se trataba de una forma de viruela menor.
No obstante, se vacunó a todos los que habían estado en contacto con él.
Los médicos aguardaron, preocupados, dos largos años. Se ofreció una recompensa de 1.000 dólares a quien presentara pruebas de la existencia de otro “caso de viruela activa”, pero nadie logró hacerlo.
De modo que el 8 de mayo de 1980, la OMS hizo este anuncio oficial:
“El mundo y todos sus pueblos se han librado de la viruela”. Solo diez años antes, la viruela se cobraba 2.000.000 de vidas al año. Por primera vez en la historia se había erradicado una enfermedad infecciosa grave.
El virus está vivo