En Colombia, la informalidad laboral persiste como uno de los desafíos estructurales más urgentes, afectando a casi la mitad de los trabajadores en las principales ciudades del país, según un reciente estudio del Banco de la República.
El informe, que hace parte de los Ensayos sobre Política Económica (ESPE), revela que seis de cada diez trabajadores laboran por fuera del marco de formalización laboral, una situación que golpea con mayor fuerza a regiones como el Caribe y el Pacífico, donde las economías locales muestran menor dinamismo y la población ocupada tiene menores niveles de formación.
Este y otros hallazgos del estudio, que brinda nueva evidencia sobre las causas, dinámicas y efectos de la informalidad laboral y empresarial en el país, fueron analizados durante la jornada Economía Invisible: el impacto de la informalidad en el desarrollo colombiano, organizada por la Dirección de Planeación y Estudios Institucionales de Uninorte en el Salón Gabriel García Márquez. La primera conferencia estuvo a cargo de Andrea Otero Cortés, economista e investigadora del Banco de la República, quien presentó los resultados del ensayo.
El documento, coordinado por ella, combina artículos de investigación del banco y de otros académicos, e incluye secciones sobre caracterización, evaluaciones de política y macroeconomía.
De acuerdo con el estudio, la informalidad en Colombia disminuyó entre 2010 y 2024, con una reducción de aproximadamente 13 puntos porcentuales. Sin embargo, Otero señaló que las tasas de informalidad siguen siendo altas.
El estudio señala que Bogotá, Medellín y Manizales tienen tasas de informalidad cercanas al 33 %, comparables a países como Chile, mientras que ciudades como Sincelejo, Valledupar, Riohacha y Cúcuta superan el 65 %, acercándose a mercados laborales como el de Nicaragua.
“Esta disparidad es preocupante porque la legislación laboral en Colombia es nacional, lo que significa que las políticas públicas nacionales están abordando problemas con características locales muy diferentes”, argumentó. Como ejemplo, mencionó que el salario mínimo, una política nacional, tiene efectos distintos en cada ciudad debido a las diferencias en sus mercados laborales.
Fuente: Universidad del Norte