Hace unos años este era un lugar casi desconocido abandonado a su suerte. Hoy, es un ecosistema donde la naturaleza volvió a reverdecer.
Ahora, se puede hasta remar entre paisajes únicos, caminando por senderos que abrazan la biodiversidad y sintiendo la magia de estar rodeado de naturaleza viva.
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Todavía, se puede ingresar con entrada y parqueado sin costo en esta etapa, la última visita del día se puede hacer hasta las 5:00 p.m.
En Mallorquín se preserva la naturaleza que nos rodea. Es un espacio único, lleno de biodiversidad, que nos recuerda lo valioso que es nuestro entorno y la necesidad de actuar para protegerlo.
Con cada sendero construido y cada espacio restaurado, la Ciénaga de Mallorquín renace para que barranquilleros y visitantes puedan reconectarse con lo más puro: el manglar, el agua, el canto de las aves y la calma de la naturaleza.
En este lugar se celebra la conexión con la vida que nos deja sentir el orgullo de lo nuestro.
Ven y vive la experiencia del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín.
Fuente: Ciénaga de Mallorquín
