
Cada persona lleva en su ADN una historia que no ha escrito con palabras, sino que ha heredado silenciosamente a través de siglos de migraciones, encuentros y mestizajes. En el Caribe colombiano, donde las raíces africanas, europeas, indígenas y asiáticas se entrelazan, esa historia genética se convierte en una clave para comprender el pasado y quiénes somos hoy. Bajo esa premisa, la Universidad del Norte desarrolla un estudio de ancestría y diversidad genética que toma como punto de partida a su propia comunidad universitaria para explorar la composición genética de sus miembros y, con ella, construir una imagen más precisa de la diversidad biológica del Caribe.
El proyecto, liderado por Rafik Neme, profesor investigador del Departamento de Química y Biología, inició en julio la selección aleatoria de 500 personas de la comunidad uninorteña. De ese grupo, se citaron directamente a 100 participantes para la toma de muestras biológicas, en un proceso que incluyó estudiantes, docentes y personal administrativo con diversos orígenes geográficos e historias familiares. La recolección, ya finalizada, dio paso a la etapa actual de procesamiento genómico, que se extenderá hasta octubre.
“Este estudio nace como una primera aproximación al entendimiento de la diversidad genética de la comunidad universitaria de Uninorte, como reflejo de la historia poblacional del Caribe colombiano (…) El propósito inicial es establecer una línea base desde la cual podamos construir una comprensión más amplia de nuestra identidad biológica, histórica y cultural”, explica Neme, biólogo con estudios de posdoctorado en genómica evolutiva en el Instituto Max Planck de Biología Evolutiva y en Columbia University.
Fuente: Universidad del Norte