En cada estudiante que llega a las aulas del programa de Enfermería de la Universidad del Norte reside una vocación de servicio que va más allá del conocimiento técnico.
Se trata de una apuesta por cuidar, acompañar y transformar vidas desde la empatía y el compromiso humano.
Este semestre, 29 jóvenes (7 hombres y 22 mujeres) iniciaron su camino en este pregrado, reafirmando que la enfermería, más allá de ser una profesión, es una convicción profundamente ligada a la dignidad y bienestar de las personas.
Uno de ellos es Joel Pérez Ortiz, de 24 años, licenciado en ciencias religiosas y actual auxiliar de enfermería en la Clínica General San Diego y la Clínica Santa Ana de Dios.
Desde pequeño, en el Colegio Francisco de Paula Santander, entendió que su vocación estaba marcada por el servicio gracias a su formación religiosa brindada por su familia y por la comunidad de hermanas de Nuestra Señora de las Misericordias, donde aprendió “el verdadero valor del paciente y la importancia del trabajo en equipo”. Hoy, gracias a la Beca Hospital Universidad del Norte, Joel da un paso más en su camino académico para convertirse en profesional de enfermería.
“Enfermería va muy enfocada a la atención y a la cercanía del paciente, eso es lo que realmente encaja con lo que soy. Elegí esta carrera porque sé que cuidar también es transformar vidas”, manifiesta.
Fuente: Universidad del Norte