Según Fenalco, en agosto ventas fueron estables, pero aumenta la incertidumbre empresarial

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(Jaime Alberto Cabal Sanclemente, Presidente de Fenalco).

Frente a julio para el comercio organizado se percibe una clara pérdida de dinamismo en la actividad comercial.

El golpe más evidente lo sienten los supermercados y establecimientos de alimentos, donde la inflación sigue presionando los bolsillos de los hogares.

Las expectativas de los empresarios están lejos de ser optimistas. Solo el 37% cree que la situación mejorará en el corto plazo, mientras la mayoría prevé estancamiento o incluso retroceso.

La incertidumbre frente a una nueva reforma tributaria y los anuncios del Presidente de la República de aumentar desmesuradamente el salario mínimo por decreto generan enorme inquietud en el sector

La creciente informalidad se consolida como el mayor desafío coyuntural para el sector
Si bien en agosto las ventas del comercio se mantuvieron en terreno positivo, la desaceleración en el ritmo de crecimiento comienza a encender alarmas.

Para el 67% de los comerciantes consultados las ventas fueron iguales (41%) o disminuyeron (26%).

El 33% de los comerciantes reportó un aumento en comparación con el mismo mes del año anterior. Frente a julio se percibe una clara pérdida de dinamismo en la actividad comercial.

“El golpe más evidente lo sienten los supermercados y establecimientos de alimentos, donde la inflación sigue presionando los bolsillos de los hogares. Según cifras del DANE, en agosto los precios de los alimentos subieron 0,45%, más del doble de lo esperado por los analistas”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de FENALCO.

Aunque las ventas de bienes durables como vehículos, motos, computadores y celulares siguen mostrando crecimientos de dos dígitos, y se observan señales de recuperación en la moda y en la remodelación del hogar, las expectativas de los empresarios están lejos de ser optimistas.

Solo el 37% cree que la situación mejorará en el corto plazo, mientras la mayoría prevé estancamiento o incluso retroceso.

Más allá de las cifras, lo que realmente preocupa a los comerciantes son las amenazas externas que se ciernen sobre la economía.

La incertidumbre frente a una nueva reforma tributaria, que inevitablemente golpeará los bolsillos de los consumidores, y los anuncios del Presidente de la República de aumentar desmesuradamente el salario mínimo por decreto, sin atender los mecanismos de concertación, generan enorme inquietud en el sector.

A esto se suma el impacto de la reforma laboral recientemente aprobada, que muchos empresarios consideran detonante de un crecimiento acelerado de la informalidad.

El temor es que el comercio formal, que cumple la ley y soporta múltiples cargas regulatorias, quede aún más debilitado frente a la competencia desigual de la calle, la creciente informalidad se consolida como el mayor desafío coyuntural para el sector”.

La inseguridad escala en el ranking de problemas de los comerciantes. Bloqueos, marchas y disturbios han causado destrozos tanto en carreteras como en zonas urbanas, afectando la operación normal del comercio.

“En conclusión, agosto dejó ventas estables pero con un panorama enrarecido por decisiones del Gobierno que, lejos de impulsar al comercio, amenazan con frenar su recuperación”, concluyó Cabal Sanclemente.

Fuente: Fenalco