“Barranquilla, cuna de todo lo grande que nace en Colombia”: Jorge Eliecer Gaitán

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Jorge Eliecer Gaitá (Bogotá, enero 23 de 1903 - Bogotá, abril 9 de 1948).

Por: Jaime Rueda Domínguez

De todo se ha escrito sobre la muerte de Jorge Eliecer Gaitán desde su asesinato aquel viernes 9 de abril de 1948.

Hoy nosotros nos ocuparemos en esta página de hacer una crónica con sabor local.

Por ejemplo, Gaitán pasaba vacaciones en Puerto Colombia y se alojaba en el Hotel Esperia de la familia Bonfanti Sonzini, inmigrantes italianos.

En el 48 mis padres, ni siquiera se habían conocido. Papá tenía 17 años de estar vinculado a la Cafetería Almendra Tropical.

Mi madre era una joven de  17 años que trabajaba en LANSA (Líneas Aéreas Nacionales S.A.), que tenía su aeropuerto en el barrio Las Nieves.

Esta compañía de aviación barranquillera fue fundada el 5 de mayo de 1945,  por pilotos, mecánicos e inversionistas locales y voló hasta 1954.

La pista del aeropuerto de Las Nieves (nombre de la terminal)  era la actual vía principal del barrio Simón Bolívar y el parque lineal más largo de Barranquilla, que se extiende desde la calle 30 hasta la 17 y cuya torre de control se conservaba hasta hace poco tiempo.

Es más, el barrio Simón Bolívar se formó al rededor de la pista, transformada en el parque lineal más largo de la ciudad.

El bosquejo del edificio y oficinas de LANSA fueron elaborados por Paúl Vicente García Zaizón, dibujante de arquitectura y primo hermano de mi padre.

Por lo que mamá contaba, LANSA  tenía oficinas en el Centro.

La noticia del asesinato del caudillo liberal, aquel 9 de abril, se regó como pólvora por el Paseo Bolívar, después de 1.30 p.m., cuando por los altavoces de la vieja Emisora Atlántico se daba la triste primicia.

A esa hora los oficinistas y empleados de almacenes del sector, corrían presurosos para reanudar su jornada laboral a las 2:00 de la tarde.

Mamá se enteró en la calle. Todos repetían lo mismo: “Mataron al doctor Gaitán”.

Ella nos contaba, siendo muy pequeños, los desmanes que se formaron en el país, pero principalmente en la capital con el tenebroso “Bogotazo”.

En Barranquilla hubo saqueos, quemas y gente inescrupulosa que se enriqueció ese día, comprando mercancía robada, delito que anteriormente se llamaba “Reducción”.

Quien era sorprendido en flagrancia con bienes hurtados, era sencillamente un “reducidor”. Hoy, el Código Penal lo tipifica como delito de “Receptación”.

INCENDIAN SAN NICOLAS

Somos uno de los investigadores e historiadores de la familia. Cualquier día 20 años atrás, estábamos acopiando partidas de bautismo de nuestros tíos maternos, que posiblemente fueron llevados a la pila bautismal de San Nicolás.

Sorpresa grande nos llevamos cuando una de mis tías, mayor que mamá,  aparecía con cinco años menos. Mamá era del 21 de noviembre de 1930.

Preguntamos, y ¿aquí que pasó? fue cuando nos explicaron en el despacho parroquial, que el 9 de abril la iglesia fue incendiada y saqueada  por una turba obcecada, perdiéndose documentos irrecuperables para la parroquia.

El Vicario General de la Diócesis concedió un plazo de 50 años, para que las personas se acercaran de buena voluntad a reconstruir sus partidas de matrimonio y bautismo.

Allí fue donde mi tía aprovechó y de un plumazo se quitó un lustro. La quema de San Nicolás es tan cierta que la enciclopedia virtual Wikipedia así lo registra:

“El 9 de abril de 1948 la pro catedral es profanada por enardecidos liberales que le prenden fuego, el cual consume imágenes, documentos, partidas y profanan la Eucaristía. Las hostias consagradas son arrojadas a la calle. Estudiantes del Colegio de San José, arriesgando su vida, recogen las hostias que pueden y las llevan en procesión hasta la parroquia de San José, donde los padres jesuitas las reciben”.

GAITAN Y BARRANQUILLA

Hay una frase atribuida a Jorge Eliecer Gaitán, donde se refiere generosamente a nuestra tierra y tiene mucho sentido, porque la década del 40, cuando él muere, Barranquilla alcanza la cúspide de sus años dorados.

Después vino el “despiporre”, el saqueo y la vergüenza nacional, de la cual salimos en hora buena y ahora  La Arenosa quiere ubicarse de nuevo en el sitial histórico que nunca debió ceder.

La Vía 40 es el testimonio viviente del cuarto decenio del siglo pasado, con todas las gestas y emprendimientos de la ciudad pionera. La frase de Gaitán:

“Barranquilla, cuna de todo lo grande que nace en Colombia”.

GAITAN Y EL EDIFICIO PALMA

En 1928 en un terreno de la Nación que adquirió don Ángel María Palma Miranda, construyó con recursos propios un edificio que llevaba su apellido, emblema de Barranquillla durante 27 años, por su diseño republicano y arcos romanos.

Pues bien, desde los balcones del Palma, Jorge Elécer Gaitán se dirigió varias veces a las multitudes antes de su asesinato.

EL BUSTO DE GAITAN

Frente a las antiguas instalaciones de Peláez Hermanos, fabricante de las Baterías Willard, se erigió pocos meses después de su muerte un monumento.

Fue elaborado por el escultor bogotano Luis Pinto Maldonado y entregado al Concejo Municipal de Barranquilla el 15 de octubre del 48.

[Fue obsequiado por don Pascual del Vecchio, el eterno cónsul de Barranquilla en Bogotá, a quien la orquesta argentina de Eduardo Armani, le dedicó un sonado porro cuyo estribillo dice: “Con este golpe de carnaval/ yo bailo el porro de don Pascual/ con Pascual Del Veccio baila mi morena/ este porro que nació en el Magdalena”].

 

Sin embargo para la posteridad quedó la fecha del 22 de abril de 1949, porque ese día fue develado solemnemente por Carlos Lleras Restrepo, presidente de la Dirección Nacional Liberal.

Una humilde mujer santandereana, doña Mercedes Ardila, le llevaba flores todos los 9 de abril al busto de Gaitán y le colocaba la ofrenda. El Heraldo registraba anualmente el hecho.

LA CANCION DE PEÑARANDA

Por último, mi madre cantaba, y a fuerza de oírla, nos aprendimos apartes de la pegajosa y picaresca canción que el reputado compositor de Se va el Caimán, José María Peñaranda, se craneó sobre las pavesas del 9 de abril:

“El coge coge”, donde narra de una manera jocosa lo que la gente agarró en medio de la pelotera. Cada estrofa la encabeza con la frase: “Y tú que cogiste el 9 de abril…”.

La estrofa final dice: “Y tu que cogiste dime compae Guillo/ una camisilla, medio calzoncillo/ yo no cogí nada y a casa llegue/con una puntilla clavada en un pie”.

Jaime Rueda Domínguez

[Fuente: Helkin Alberto Núñez Cabarcas, Funcionario Archivo Histórico del Atlántico].