Avanza muy lenta obra del Grupo ISA en la Vía 40, afectando la movilidad

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POR: JAIME RUEDA DOMINGUEZ

Cuando eran escogidos a dedo y antes de la nueva Constitución Política del 91, Daniel Moreno Villalba fue alcalde de Barranquilla desde el 17 de noviembre de 1987 hasta el 4 de abril de 1988.

Fue prácticamente un mandatario de transición, con una margen de tiempo nulo, para acometer siquiera una obra que perdurara para la ciudad.

Sin embargo, con el apoyo decidido de los empresarios de la zona industrial, consiguió los recursos para intervenir la Vía 40, una arteria destruida principalmente por el trafico pesado que soportaba, dejándola en buenas condiciones.

Una persona allegada al ex mandatario nos dijo alguna vez que Moreno ha comentado entre amigos: “De mi nadie se acuerda porque yo no robé”.

Pasaron 30 años sin hacerle mantenimiento, hasta que Alejandro Char en su segunda administración (2016-2019) el 17 de julio de julio de 2017 anunció una inversión de $30.000 millones, para recuperarla desde la glorieta Adelita de Char en Las Flores, hasta la calle 85 a pocos metros del Centro de Eventos Puerta de Oro.

La obra se hizo en doble calzada, con iluminación, cuatro carriles, dos en cada sentido, y espacio para la circulación de bicicletas y un pavimento reforzado como nunca antes tuvo.

Se mete la pandemia y en 2021 los barranquilleros se sorprenden al ver que semejante obra era rota nuevamente, por no decir destruida, para acometer una obra eléctrica subterránea y el caos volvió a la transitada arteria.

Esta vez se trata del proyecto construcción de la nueva subestación El Río y dos líneas de transmisión a 220 mil voltios, obligatoriamente subterranizadas, con una longitud aproximada de 15 Km entre las subestaciones Termobarranquilla, El Río y Termoflores.

Se sabe que estas líneas de transmisión, por debajo de la tierra, serán las de mayor longitud en este nivel de voltaje en Colombia y su instalación se ejecutará cumpliendo con los requisitos urbanísticos del Distrito de Barranquilla y del municipio de Soledad.

Así mismo, el proyecto contempla aprovechar la infraestructura existente como vías para la construcción de las líneas, limitando así el impacto a casas, edificaciones y comercios.

Nadie se opone a la obra. La gran inquietud es, ¿por qué no se hicieron estos trabajos mientras se adelantaba la reconstrucción de la Vía 40 y no después de haber entregado la arteria, dañando lo recientemente hecho?

Son las torpezas que nadie entiende, y ahora como antes de 2019, tenemos un trafico desesperantemente ralentizado.

En enero, la compañía ISA Intercolombia, filial del Grupo ISA que adelanta las obras, aseguró que en ese momento  las obras en la Vía 40 tenían un avance del 80 %.

Han transcurrido 8 meses y todavía no se vislumbra el final.