En las últimas décadas, Colombia ha avanzado en la ampliación de cobertura educativa y en la formulación de políticas que reconocen la educación como un eje central del desarrollo. Sin embargo, persisten desafíos estructurales que impiden traducir esas apuestas en mejoras sustantivas en la calidad del sistema.
Aunque el país ha destinado recursos importantes al sector, los resultados en indicadores clave como el acceso equitativo, el rendimiento académico o la formación docente siguen siendo motivo de preocupación.
Esa fue la premisa que guio la reflexión durante el 15º Foro de políticas públicas en Educación, realizado en la Universidad del Norte.
El evento fue organizado por el Instituto de Estudios en Educación (IESE), unidad académica que ha liderado desde sus inicios espacios de diálogo, análisis y articulación entre la comunidad educativa, la academia y la sociedad civil, con el fin de fortalecer el conocimiento y las políticas orientadas a mejorar la calidad educativa en la región Caribe y en el país.
Con el objetivo de generar propuestas concretas para superar el estancamiento de los últimos años, el foro reunió a expertos del ámbito académico, económico, empresarial y social, entre ellos Sergio Fajardo, Cecilia López, Antonio Celia y el rector Adolfo Meisel, quienes coincidieron en que el país necesita una visión educativa a largo plazo, con metas claras hacia el año 2035.
Para José Aparicio, director del Instituto de Estudios en Educación y coordinador del foro, este espacio representa mucho más que una jornada académica: “lo que buscamos cada año con este foro es generar una conversación informada y propositiva entre quienes trabajamos desde distintos frentes por la educación”.
Por otra parte, mencionó que el objetivo era proyectarse hacia el año 2035, reflexionando sobre el tipo de decisiones que deben tomarse desde ahora para lograr una transformación real del sistema educativo. “Contar con economistas, líderes sociales y académicos reafirma nuestra convicción de que la educación requiere una mirada interdisciplinaria, capaz de conectar evidencia, experiencia y acción”, señaló.
Durante la apertura, el rector Adolfo Meisel presentó un diagnóstico contundente: en la última década, los principales indicadores de calidad educativa han permanecido estáticos o en retroceso. Con base en estudios desarrollados desde el Observatorio de Educación del Caribe Colombiano, evidenció cómo factores como el nivel de pobreza, la pertenencia étnica, la región de origen y la proporción de docentes con formación de posgrado explican gran parte de las brechas en los resultados de pruebas como SABER 11. “La desigualdad en el acceso a educación de calidad es hoy la principal fuente de inequidad en Colombia”, alertó el rector, sobre la persistencia de desigualdades estructurales entre lo rural y lo urbano, lo público y lo privado, y señaló que, sin intervenciones focalizadas y sostenidas, estas brechas seguirán ampliándose.
“El capital humano se ha convertido en el nuevo eje de la desigualdad y su transformación debe comenzar por mejorar el acceso equitativo a una educación de calidad desde la primera infancia”, concluyó.
Fuente: Universidad del Norte