Barranquilla tendrá la segunda rueda de Chicago más alta de Latinoamérica

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La pandemia por el Covid-19 impidió que a mediados de 2020  Barranquilla estrenara su noria, un nuevo elemento de recreación y entretenimiento en el Gran Malecón.

Esta atracción conocida popularmente como rueda de Chicago, debía inaugurarse hace dos años, con sus 63 metros de altura y una cúspide que regalaría una vista privilegiada y única de la ciudad en 360 grados.

El sueño es divisar desde allí el puente Pumarejo, el Río Magdalena, la Ventana al Mundo o el árbol de Navidad si es temporada de fin de año y la Aleta del Tiburón o Monumento de Campeones. Será una diversión para niños y adultos.

El montaje de este tipo de estructuras ha tenido gran impacto en el posicionamiento de las urbes que se han atrevido, como ciudades turísticas.

El referente más próximo es “La Perla” de Guayaquil (Ecuador), en el Malecón Simón Bolívar, en servicio desde el 26 de octubre de 2016.

Cuando empiece a girar, la de Barranquilla,  será la segunda ‘ola marina´ más grande en América Latina, después de la de Puebla.

La mexicana tiene 80 metros de altura, 54 góndolas y pesa de 750 toneladas.

La barranquillera tendrá 63 metros de altura y se convertirá en la nueva atracción del Gran Malecón, Unidad Funcional 2, que ya completó sus 5 Km.

El exalcalde, Alejandro Char, le dejó este proyecto en marcha a  Jaime Pumarejo para continuarlo y terminarlo.

A lo largo de la historia las norias han tenido un significado notable  en los momentos de ocio de las personas.

La primera noria fue construida para la Exposición Mundial Colombina de Chicago en 1893, diseñada por el ingeniero George Washington Ferris y quedó como un genérico: la rueda de Chicago.

El común de la gente las asocia con ferias, Ciudades de hierro, carnavales y momentos de ocio.

Las ciudades que la tienen disfrutan de gran tráfico de visitantes, que se acercan  solo para conocer la experiencia de ver y subirse en la rueda.

Especificaciones

  • Una Noria debe garantizar un diámetro mínimo de 63 metros, 44 cabinas de mínimo 8 pasajeros cada una, para un total de 352 asientos.
  • Las cabinas deben tener luces, audio y aire acondicionado, apertura de puertas de manera eléctrica.
  • Su movimiento debe ser continuo.
  • Debe estar ensamblada en acero estructural y el montaje debe incluir el comisionamiento*.
  • La estructura debe soportar las condiciones medio ambientales del sector del malecón y de la ciudad de Barranquilla.
  • La noria debe tener todas las facilidades/infraestructuras de servicio necesaria y como mínimo: Suplencia de energía completa para eventualidades, plan de manejo de emergencias, taquillas, accesos y demarcaciones.

Barranquilleros bien intencionados han sugerido tener en cuenta el régimen de brisas y la salinidad del entorno.

Para esto último, proponen aplicarle una generosa  capa de pintura electrostática para que perdure. Lo importante, que no quede ningún punto sin pintura.

*El comisionamiento es la etapa final en la ejecución de un proyecto, y el primer paso para establecer el equipo operativo para alcanzar el éxito.

[Fuente: Skayscrapercity,com].