Entrevista inédita con Rigoberto García “Memuerde”, lograda en 1984

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Imagen: Los Herederos de Micaela.

Por: Jaime Rueda Domínguez

El 3 de octubre 1984 fue el sepelio de Fernando “Orejita” Núñez, el eterno kinesiólogo del Club Atlético Junior, quien pechichó en el camerino a los jugadores durante 22 años y corría como un “endemoniado” en la punta de los pies con su agüita mágica (como decía Edgar) para ayudar a levantarse a un jugador lesionado.

El funeral de “Orejita” fue muy concurrido y la hinchada llegó en buses al Cementerio Universal con camisetas, banderas, cantó el himno de Colombia y de Barranquilla y pregonó el grito de “Junior, Junior, Junior”, como si se tratara de un partido en el Romelio Martínez, donde todavía se jugaba.

Allí encontré a una de las glorias del Dorado de “los miuras”, como les decían entonces al Junior de Barranquilla; un señor sexagenario delgado, espigado, de piel oscura, dicharachero y con sus “petacazos” entre pecho y espalda.

Lo reconocí inmediatamente, porque a pesar de estar retirado del balompié desde hacía más de 30 años, seguía siendo popular por ser un taxista reconocido y admirado en toda la ciudad y un árbitro de fútbol activo.

Sí, se trataba de Rigoberto “Memuerde”, García o García “Memuerde”,  el temido delantero que tenía una patada de mula más potente que la de Iván René Valenciano. Lo acompañaban varios amigos a los que él llamaba “guardaespaldas”. También, trabajó 10 años en la Philips.

Estaba golpeado por la partida de “Orejita”, su amigo personal, y calificaba de enorme y merecido las honras fúnebres que le hicieron.

40 años atrás no había teléfonos inteligentes y los periodistas, excepto los fotógrafos de los diarios locales y corresponsales capitalinos, no portábamos cámaras para dejar un registro visual para la historia. La única arma era la grabadora de radio y yo había ido únicamente a cubrir el sepelio de “Oreja”.

García “Memuerde” se enteró de su muerte por el Radioperiódico La Costa en Noticias de Gustavo Castillo García, que en esos años gozaba de una gran simpatía y sintonía.

Al principio sólo mencionaba que Fernando era “tomador de trago todo el tiempo” y su amigo de parranda. Mencionó la vez que se encontraron por el Mercado Público, ambos con sus tragos encima y “Orejita” no lo reconoció y le lanzó un golpe. “Yo lo saqué pero me alcanzó a rozar la cara. Entonces, le mandé una trompá a la barba y él salió corriendo. Después, me reconoció, nos abrazamos y seguimos tomando. Así éramos los dos“.

“Memuerde” era testigo de la importancia que representaba “Orejita” Núñez para el Junior. “El rodó mucho tiempo en el club. Pero yo no me puedo quejar. A mi me tocó una época bravísima, la mejor época del mundo. Por eso es que yo me he perdido del estadio, porque ¿yo a quién voy a ver al Romelio, a tú tripita, tu cagalá, tú que la tienes dámela acá?

En este momento de la entrevista se acordó de la invitación abierta que le obsequió el gobernador del Atlántico y máximo accionista del Junior, Fuad Char, para asistir a todos los partidos del Junior.

No la usé nunca. Yo no necesito tarjeta para entrar al estadio, porque los porteros de Sombra apenas me ven me dicen: entra por aquí Memuerde. Para mi esa tarjeta es una reliquia, porque me la dio Fuad Char, una gran persona, un gran caballero, un gran economista que conoce de las cosas que van en regla. Yo lo considero mucho y ahorita lo acabo de saludar“.

El fútbol de ahora

Dijo que a la juventud de los años 80 le tocó ver un fútbol diferente a los que vivieron los años 40 y 50. “Van al estadio porque es lo que hay y los que vieron aquel balompié no van a convencer a nadie que esa época fue mejor“.

En el 84, Rigoberto García tenía 66 años y “todavía corro la cancha como árbitro de fútbol en los campos abiertos y eso es un peligro”.

Comparó las dos épocas del balompié nacional: “Cuando yo jugué había buen fútbol y no había buena plata. En cambio, ahora, hay buena plata y el fútbol está como perdido“.

Recordó que integró la Selección Colombia, dirigida por el peruano José Arana Cruz, que participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 1946, saliendo campeón invicto.

La época del Moderno

También evocó su época de amateur en el estadio Moderno de la calle 30.

“Habían 8 equipos y ninguno tenía masajista, entrenador, preparador físico, médico ni existían las concentraciones. En 1938 todos teníamos que acostarnos temprano los viernes y sábado porque el domingo había partido y teníamos que ganar. Jugábamos un fútbol depurado y nos gustaba que nos dijeran que éramos buenos jugadores. No teníamos nada, ni ganábamos nada“.

“Memuerde” jugaba en el 11 de noviembre en la categoría amateur, porque el torneo rentado sólo comenzó en 1948. “Era un equipo rebolero de pie pelao“. Su padrino era “el flaco” Roberto Meléndez, que en una ocasión les hizo 8 goles y gritó “más goles, más goles y nos ganaron 9 a 0″.

Tiempo después, entre diciembre de 1940 y enero de 1941,  se volverían a enfrentar los dos equipos y esta vez se volteó la torta: El 11 de noviembre le ganó al Junior 5 a 0 en la primera vuelta; luego 5 a 0 en la segunda vuelta, quedando campeones. Finalmente, se enfrentaron en Cali por tercera vez, como campeón y subcampeón de Barranquilla, “y esta vez le metimos 5 goles más. O sea, que en los tres partidos le hicimos al Junior 15 goles. Así nos desquitamos los 9 goles que nos hicieron en Barranquilla”. 

La muerte de Romelio Martínez

Romelio Martínez, “el caballero de las canchas”, y su hijo Romelito,  perecieron trágicamente el 15 de febrero de 1947, en el accidente aéreo de “El Tablazo”. En Barranquilla era Sábado de Carnaval. “Memuerde” vestía la camiseta de Junior en algunos partidos, invitado por la directiva, y así recuerda el luctuoso acontecimiento.

El Junior siempre ha sido un equipo grande y salió de gira. Siempre tuvo entre sus directivos a gente de mejengue, de plata, de mistrinqui, con lana. El Junior invitaba a estos partidos a Lancaster de León y al negro Memuerde. El presidente era, Nestor Alvarez-Correa, el dueño de todos los edificios del Mercado Público. Primero jugamos en Bogotá y teníamos que ir a Cali. Romelio estaba con su esposa y su hijito. Y le dijimos ¿qué vas a hacer a Barranquilla si teníamos partido en Cali?. Pero él insistió en que tenía urgencia de ir al Colegio Americano (donde era profesor). Regresaron los tres a Barranquilla, dejó a su esposa y viajó con el hijo, que no quería ir y ocurrió el accidente en El Tablazo. El avión se estrelló al mediodía y nos enteramos por una llamada telefónica. Fuimos a Avianca y ellos todavía no sabían. Allí se mató Romelio Martínez, un tremendo extremo izquierdo, que en el Moderno hacía unos goles que ahora llaman chanfle. Romelio los hacía con un balón de cuero número 5, bastante pesado. Estos jugadores de ahora, en nuestra época hubieran estado desgarrados cada ocho días“.

Célebre gol en El Campin

Lo hizo el 20 de Julio de 1951 en la reinauguración del estadio capitalino, al portero de la Selección Paraguay Pablo Centurión.

Carlos Arango quería patear el tiro libre y le dije, déjame Carlos, yo lo voy a cobrar. Era una bola linda, número 5, amarillita, de cuero, bien pesada, como para el pulso de mi pierna. Pablo puso la barrera. Yo acababa de llegar de Rio de Janeiro del Suramericano. Todo el mundo sabía como pateaba yo y decían ese negro es un tanque. Cuando pusieron la barrera les dije: voy a matar a uno de ustedes, porque hay que tener picardía, igual hacía cuando iba a patear un penalti. A mi da rabia cuando botan un penalti, si eso es un gol, es un plato de comida que le ponen a uno, oye. Bueno, pita el árbitro, y la barrera se abre. Eso fue mucho tiro donde no llegó Centurión. La malla se sopló. Por eso, desde ese día hay una placa que dice que el primer gol en la reinauguración del Campin lo hizo el negro Memuerde, jugador colombiano“.

Le ganan a Millonarios

Finalmente, Rigoberto “Memuerde”  García recuerda que en pleno Dorado “Millonarios arrasaba localmente, hacía giras por Europa, le ganó al Real Madrid allá. Regresó a Colombia y nos invitaron a jugar en El Campin y dijimos, ¿qué vamos a buscar a Bogota a que nos metan 10 goles?. Fuimos y ganamos 1 a 0, hubo fiesta en Barranquilla”.

Rigoberto García “Memuerde” falleció en Barranquilla el 18 de febrero de 1990 a los 72 años.