“Llegué a pensar, por un momento, que no existían”, confiesa Delfina Chacón Corena al recordar sus años en la universidad, cuando buscaba referentes femeninos en el cine del Caribe colombiano y se encontraba con un vacío absoluto. Esa sensación fue el punto de partida de lo que más tarde se convertiría en una revolución silenciosa: Encuadradas.
Egresada de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte (2020), Delfina ha dedicado los últimos años a una tarea que trasciende lo académico: demostrar que las mujeres no solo han estado presentes en la historia del cine caribeño, sino que han sido piezas clave en su construcción. Su trabajo ha documentado a más de cien cineastas de la región, dando vida al primer archivo vivo que honra sus trayectorias.
Su conciencia feminista no nació de un día para otro. Fue un proceso gradual, alimentado por su interés en la historia del arte y su capacidad para fijarse en lo que otros pasaban por alto. “Fui descubriendo que muchas mujeres sí habían estado allí, creando, transformando, dejando huella… pero que habían sido sistemáticamente silenciadas, olvidadas o borradas”, cuenta. Figuras como Alice Guy Blaché —la primera cineasta reconocida en la historia del cine— se convirtieron en sus referentes, aunque no las conoció en la universidad, sino por su propia curiosidad.
El despertar de una vocación
Desde el primer semestre, Delfina se sintió atraída por el lenguaje audiovisual. “Me encantó esa capacidad del cine, de reunir todas las artes, de conmover, interpelar y transformar”, recuerda. Pero pronto empezó a notar una ausencia que le generó una pregunta incómoda: ¿por qué no había mujeres cineastas del Caribe en las clases ni en los libros?, ¿realmente no existían o simplemente habían sido invisibilizadas?
Esta pregunta fue el punto de partida de Encuadradas, que comenzó como proyecto de grado, pero pronto trascendió el ámbito académico. “Nació de una necesidad personal: conocer a las mujeres que me han precedido, que han labrado el camino por el que hoy ando”, explica. La plataforma transmedia que creó no solo documenta el trabajo de las cineastas, sino que también presenta sus cortometrajes en eventos internacionales como DocsBarcelona, llevando así las voces del Caribe a audiencias globales.
Poner en marcha y mantener Encuadradas no ha sido fácil. La falta de recursos ha sido un obstáculo constante. “Hemos hecho mucho con muy poco”, admite. Pero también ha encontrado fuerza en la sororidad: una red de realizadoras, investigadoras y gestoras que han creído en la propuesta desde el inicio y que han hecho posible que el proyecto crezca dentro y fuera del país.
Fuente: Universidad del Norte
