POR: JAIME RUEDA DOMINGUEZ
El pasado 31 de agosto, el mismo día día que se celebraron los 80 años de la fundación de la Billo’s Caracas Boys, fue el centenario del natalicio del compositor nortesantandereano, Julián Pérez Carjavalino, a quien le bastó una sola canción para ser inmortal.
Desde finales de 1966 cuando las emisoras comienzan a “moler” música decembrina, como dicen ahora, “el temazo” Como se acaban las velas”, huele a fin de año.
La historia de ‘los amores de Petrona con Lucho Francisco Ramos’ fue el himno del Carnaval de Barranquilla 1967, que presidió Martha Luz Vásquez.
El 5 de febrero del 67 nace la Gran Parada, iniciativa de Oscar Fernández Gonzáles, fallecido el 25 de enero de 2018.
A las 11:45 de la mañana de aquel domingo, se inició un pequeño desfile con 11 comparsas, que recorrió 10 calles entre el parque Bellavista y el estadio Municipal, llamado luego el Romelio Martínez.
Tengo que reconocer que gracias Oscar Fernández, fui director ejecutivo de la Corporación Autónoma del Carnaval, durante el reinado de Ana María Donado Arrázola en 1980.
En el viejo edificio de la calle Caldas con Líbano, me posesioné ante el alcalde municipal, Robero Paccini Solano, el 15 de enero de ese año.
Presidía la junta, Pepe De Andreis y la fiesta se organizó con un presupuesto de $5 millones.
Don Julián
Cuando llegaban los meses terminados en “bre” y estábamos en Radio Mar Caribe (1989-1999), aparecía por la emisora cada fin de año, Julián Pérez Carvajalino, y nos contaba la historia de su canción, como recordándonos que había llegado la época de desempolvarla.
Vestía generalmente bermuda larga y zapatos deportivos. Era un señor sexagenario, blanco, de papada, colorado, robusto, de estatura mediana y en ese momento jubilado de la empresa Puertos de Colombia, Colpuertos.
Un día le preguntamos sobre la historia de su cumbión y nos dijo que, ni Petrona ni Lucho Francisco Ramos, existieron.
Fueron nombres ficticios “producto de mi imaginación, y simplemente los puse para que rimara “en la rueda del cumbión sus amores empezaron/ los amores de Petrona con Lucho Francisco Ramos“.
También, admitió en esos diálogos informales, que popularmente la canción se conocía más por “Los amores de Petrona”.
Es el amor más fugaz que se haya grabado en nuestra música tropical, solo duró un baile. A partir de ese momento aquel tema recorre el mundo como Los amores de Petrona.
La composición la interpreta, Luis Gómez, con la orquesta de Jesús Nuncira Machado. Tomasito Rodríguez, el más célebre cantante de Pacho Galán, grita al comienzo “me falta la ele”.
Se refería al concurso de la fábrica de gaseosas Kol-cana, una cola negra que sabía a purgante, que premiaba a los clientes que completaran 7 checas o tapas con la frase K-O-L-C-A-N-A.
En aquellos años, todas las gaseosas fabricadas en Colombia traían las checas recubiertas de corcho y era muy fácil rasparlas.
En todo caso, la letra “L” nunca salía; por eso el celebré grito de Tomasito.
El compositor
Julián Pérez Carvajalino nació en El Carmen (Norte de Santander) el 31 de agosto de 1920 y falleció en Barranquilla en mayo de 2007.
Empezó su carrera con el pasillo ‘Piedad’, escrito a sus 16 años.
Con los años completó un acervo de al menos 250 temas. En su adolescencia salió de su tierra natal hacia El Banco (Magdalena), y por la amistad con José Barros se hizo compositor.
A los 20 años se radicó en Barranquilla donde escribió canciones como ‘María Teté’, ‘Cumbia bonita’, ‘Barquito de papel’, ‘El cumbión del Junior’, ‘Entrégale la Rosa’ y muchas más.
Las grabaron, Ramón Ropaín, Pacho Galán, los Hermanos Sarmiento, Manuel J. Bernal y la Cumbia Moderna de Soledad, entre otros.
De todos sus temas, indudablemente, el único que trascendió las fronteras fue ‘Como se acaban las velas’ (o Los amores de Petrona), grabado originalmente en 1966 por la orquesta de Jesús Nuncira Machado para Discos Tropical, sello barranquillero.
La pieza se popularizó en diferentes versiones, incluyendo las de Los Diplomáticos, Bovea y sus Vallenatos, Francisco Zumaqué, Los Tupamaros, la orquesta de Paho Galán la interpreta en vivo, la Select Band del haitiano Marcien Toussainnt.
También, la grabó y la toca en sus presentaciones, la orquesta venezolana Voces de Ayer y Hoy, de Saúl Campanella.
Casi sesenta años después, todavía no hay consenso sobre cuál hubiera sido su mejor título, y hay quienes también lo llaman ‘En la rueda del cumbión’.
Pérez Carvajalino nos dijo personalmente que siempre se lamentó por no haberla bautizado ‘Los amores de Petrona’ desde un principio.
los amores de Petrona con Lucho Francisco Ramos
como se acaban las velas cuando se van acabando
ahora está de boca en boca, es una murmuración
los amores de Petrona con Lucho Francisco Ramos
como se acaban las velas cuando se van acabando
ahora está de boca en boca, es una murmuración
[Tomado parcialmente de la Radio Nacional de Colombia].
