Pinceladas sobre mi abuelo paterno, un odontólogo innovador

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Mi abuelo Daniel Rueda Escobar

Por: Jaime Rueda Domínguez

Con este pequeño relato queremos honrar la memoria de nuestro abuelo paterno a quien no tuvimos el privilegio de conocer.

Fue el odontólogo bogotano, Daniel Rueda Escobar, nacido el 31 de diciembre de 1861 (hace 163 años), que en el santoral católico corresponde a San Silvestre, trigésimo tercer Papa de la iglesia de Roma.

Mi papá todos los 31 de diciembre recordaba a su padre en la fecha de su natalicio. El viejo vivió en Barranquilla desde el 11 de marzo de 1931 hasta el último día de su vida el 24 de noviembre de 2000.

Casado con Rosa García Castillo (hermana de Francisco y Zacarías García Castillo, fundadores de la Cafetería Almendra Tropical) y de cuya unión nacieron 10 hijos, de los cuales mi padre, Daniel Rueda García, era el menor. El abuelo le llevaba 52 años.

El abuelo, si lo definiéramos en términos de hoy, fue un “innovador o emprendedor”, creador del Anéstesico Rueda.

En 1903 era recomendado a médicos cirujanos y cirujanos dentistas, para “extracciones de dientes, abertura de abscesos alveolares, remoción de cálculos seruminosos, extracciones de pulpas y para calmar la hiperestesia y de la dentina”.

Su producto fue avalado y certificado el 30 de octubre de 1903, por Sebastián Carrasquilla, dentista y profesor del Colegio Dental de Bogotá.

Su anestésico fue muy empleado en los procedimientos quirúrgico dentales a principios del Siglo XX.

Otro certificado de los médicos cirujanos, Paulo E. Villar y David D. M’Cormick, atestigua:

“Certificamos que le hicimos al Sr. Manuel Silva, de San Gil, la extracción de gran parte del maxilar superior, aplicando el Anestésico Rueda, sin que el paciente sufriera dolor alguno ni le produjera malas consecuencias su aplicación. Por lo mismo, recomendamos a nuestros colegas y a los señores Dentistas dicho Anestésico Rueda, por lo inofensivo y la perfecta anestesia local en las operaciones de pequeñas cirugías y extracciones de piezas dentales”. (Bucaramanga, abril 15 de 1904),

En nuestro poder reposa una fotocopia con la fórmula del Anestésico Rueda, de puño y letra del abuelo.

Mi abuelo era liberal y fue soldado activo en la Guerra Civil de Los Mil Días (1899-1902).

Le contó a mi padre que en el fragor de una batalla, cayó herido un adversario conservador, quien a la vez era su amigo. Y tendido en el suelo, desangrándose, le suplicó: “Danielito, por favor, no me dejes morir aquí”. Entonces, lo subió a su caballo, primando más la amistad, el sentido humanitario y la vida, que el sectarismo y el odio político.

El abuelo participó en la célebre “Batalla de Palonegro”, entre el 11 el 25 de mayo de 1900 y alcanzó el grado de coronel del Ejército durante la confrontación. En ese momento tenía 38 años.

Papá me dijo que el abuelo era de temperamento fuerte pero sensible.

Su canción preferida, “Soy de Chiapas”, cuya primera estrofa dice: soy de Chiapas, tierra linda/donde todas las mujeres/son valientes y bonitas/y buenas pa’ los quereres”. Papá la silbaba con frecuencia.

El abuelo falleció en Bucaramanga el 3 de agosto de 1946, a los 84 años, cuando mi padre tenía 15 años radicado en Barranquilla.

Fue sepultado con decreto de honores y reconocimientos de la Gobernación de Santander, donde hacen alusión, precisamente, a su creación, el Anestésico Rueda.

Excepto la foto que ilustra esta nota, las demás se tomaron de una publicación de Fenalco Santander.